Saltillo, COAH.- El Congreso del Estado inauguró un altar del Día de Muertos, dedicado a los fieles difuntos y para recordar, con respeto y admiración, al maestro Eloy Cerecero Sandoval, destacado pintor, autor del mural del Vestíbulo del Salón de Sesiones, obra realizada en 1980 para homenajear a don Miguel Ramos Arizpe, “Padre de la Federación Mexicana”.
En la inauguración del altar estuvieron presentes, el Presidente de la Junta de Gobierno, diputado Eduardo Olmos Castro; el Secretario de Gobierno, Licenciado Fernando de las Fuentes Hernández; la Secretaria de Cultura, Ana Sofía García Camil; diputadas y diputados de la LXII Legislatura; la señora Yolanda Alvarado de Cerecero, viuda del maestro homenajeado así como sus hijos, e invitados especiales.
En este acto, la diputada María Eugenia Calderón Amezcua, Coordinadora de la Comisión Educación, Cultura, Familias, Desarrollo Humano y Actividades Cívicas, manifestó que los orígenes de la tradición del día de muertos son anteriores a la llegada de los españoles y el altar es un elemento fundamental en esta celebración. “Honramos este día con nuestras tradiciones a los files fieles difuntos y recordamos con respeto, cariño y admiración, al “Creador emérito el Estado de Coahuila 2016”, al pintor Eloy Cerecero Sandoval” dijo Calderón Amezcua.
Por su parte la Secretaria de Cultura García Camil destacó: “Para los mexicanos, la muerte es, inherente y culturalmente la extensión de la vida, de tal manera que justamente el 7 de noviembre próximo, se conmemorarán 20 años en que la festividad indígena del Día de Muertos de México, fue proclamada por la UNESCO como ‘Obra Maestra del Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad”.
Añadió que esta proclamación se dio en el marco de la definición temprana del concepto patrimonio intangible, para reconocer que esta manifestación de la cultura mexicana es tan basta, que se definió como una expresión tradicional integradora, representativa y comunitaria, cuyas raíces son más antiguas, incluso, a la llegada de los españoles y sus matices, son meramente indígenas y autóctonos. García Camil agradeció al Congreso del Estado el homenaje a don Eloy Cerecero quien tuvo una obra plástica prolija, “un ser humano apreciado por muchos de nosotros, por quien guardo un afecto sincero, pero también admiración al artista, a su técnica, a su vida”.
A nombre de la familia, hizo uso de la palabra el hijo del maestro Eloy, Alejandro Cerecero, quien expresó: “Están por cumplirse tres meses de tu partida, y el hueco que has dejado es cada vez más grande, porque no solamente fuiste un padre ejemplar, sino también un compañero con quien expresamos nuestras inquietudes”. Añadió: “que triste, pero que mejor espacio para recordarte, aquí bajo este mural distintivo de tu trabajo, estilo y empeño”.